El Plasma: Es en realidad gas ionizado, gas en el que sus iones se encuentran en estado libre.
Básicamente el Plasma es el cuarto estado de la materia, (todos conocemos el estado sólido, líquido y gaseoso); pues bien, este cuarto estado estaría entre el líquido y el gas, una especie de “gas fluidificado” según la física.
Con el se obtiene una reacción y al aproximarse la punta aplicadora de Plasma a una superficie con la diferencia de potencial electromagnético adecuado entre el dispositivo y el tejido humano, este origine un arco eléctrico (Plasma) el cual “desestructura” los componentes de la epidermis, los queratinocitos; sublimándolos (término físico que se da al paso del estado sólido al gas-gaseoso). Como consecuencia al aplicar el tratamiento se produce un humo visible dando paso a una costra muy pequeña (puntiforme) en la zona tratada, que se cae en una semana aproximadamente. Sin producirse hematomas ni cicatrices.
Como consecuencia habrá naturalmente una bioestimulación de la dermis tratatada con el aplicador de Plasma fruto del calor concentrado en un punto.
El Plasma permite realizar procedimientos médico-estéticos de una manera no invasiva, fiable, segura, fácil de realizar y libre de riesgo, tanto para el paciente, como para el médico.
El Plasma Pen es un nuevo dispositivo médico cuyo efecto es similar a un láser: quema las lesiones. Sin embargo, mientras un láser penetra en la piel para quemar en profundidad, el Plasma Pen actúa en la superficie.
Permite actuar sobre una lesión superficial sin dañar capas más profundas y así evitar la formación de cicatrices.
Asimismo, es una excelente opción para el rejuvenecimiento periorbital y peribucal, ya que induce una retracción de la piel; por ello, es muy eficaz en la blefaroplastia no quirúrgica y el lifting epidérmico, así como en el tratamiento de arrugas (especialmente indicado en el código de barras y en las patas de gallo).
La técnica deja unas costras muy superficiales en la piel que caen a partir de la primer semana. Cuando caen estas costras, la zona queda con ligera hiperemia (color rosado intenso) que disminuye paulatinamente a lo largo de 1-2 meses. Durante esta fase se puede aplicar maquillaje para que no interfiera con la vida social.
Hasta hace poco tiempo, el único tratamiento de los párpados “caídos” ha sido la cirugía, en forma de una blefaroplastia. El excedente de la piel en el párpado superior forma un pliegue que impide que la persona pueda abrir bien el ojo.
El Plasma Pen produce una retracción de la piel del párpado quitando el pliegue que interfiere con la apertura del ojo.
El tratamiento se realiza en mismo consultorio, no es necesario someterse a una intervención quirúrgica en quirófano.
La blefaroplastia no quirúrgica con Plasma Pen se realiza mediante múltiples puntos de sublimación de la capa más superficial de la epidermis. Esto produce una retracción de la piel del párpado y lo eleva. Dado que estos puntos no sobrepasan la epidermis, no producen sangrado y no dejan cicatriz; tampoco es necesaria ninguna sutura al final del procedimiento.
Suelen ser necesario dos sesiones de tratamiento para alcanzar el efecto deseado, y el resultado puede durar 2 ó más años.
El Plama Pen reduce las arrugas de la zona periorbital (en los párpados y patas de gallo) de forma sencilla y duradera.
Eliminar/reducir las arrugas presentes en reposo. No quita la actividad de los músculos subyacentes así que las líneas de expresión aparecen con la expresión facial, aunque de forma menos marcada (lo que es hoy en día totalmente compatible con los objetivos de la toxina botulínica: no paralizar y no quitar la expresividad facial). Consigue un efecto natural de piel más joven.
El labio superior es muy propenso a desarrollar arrugas finas verticales: el código de barras.
Estas arrugas responden muy bien al tratamiento con el Plasma Pen (otras opciones incluyen PRP y rellenos).
Bajo anestesia tópica, se aplica el plasma en los bordes de cada arruga para tensar la piel y así levantar el fondo de la arruga.
Esta técnica sublima los corneocitos superficiales sin causar hemorragias ni hematomas y la lesión inducida provoca una retracción inmediata de la piel, que se puede ver desde el primer momento. Es un procedimiento rápido y seguro al que sigue un edema o inflamación transitorio y la aparición de pequeñas costritas de medio milímetro, que se caen en los 3-7 días posteriores. A continuación aparece una piel nueva, sonrosada, elástica y retraída que sustituye a la piel eliminada.
La aplicación del Plasma Pen sobre las arrugas de la cara, como son las arrugas pre auriculares, producen un efecto lifting no quirúrgico. También en el cuello, para quitar esas arrugas finas transversales y reducir los pliegues que bajan desde el mentón. Los efectos de todas las técnicas de lifting no quirúrgico son sutiles; por eso, se suele combinar diferentes técnicas para alcanzar el efecto deseado. Puede combinarse con diferentes tratamientos, como son los hilos tensores y la radiofrecuencia, para conseguir un mayor efecto de rejuvenecimiento.